Comenzamos en la plaza Mayor y tomando la calle del Pez vamos en dirección a la carretera de San Mamés. Ya en la carretera y pasando la última casa que queda a la derecha (antigua casa del médico) enseguida aparece la Cañada o camino de Gallegos. La tomamos a la derecha y en suave ascenso pasamos por el Barrio de Los Llanos (Calle de los Gallegos) y llegamos al puente del ferrocarril. Siguiendo el camino y sin desviarnos pasaremos por el depósito de agua pasando de largo un camino que sale a nuestra izquierda. Enseguida el bosque de robles (rebollar) se espesa hasta rebasar un abrevadero a la izquierda del camino que nos indica que llegamos primero al Raso de La Cruz y después al Prado de Matahambre, ya campo abierto y con vistas a la sierra en primera línea ( de izquierda a derecha: La Peñota, Puerto de Linera y Los Toconosos). Al llegar al pinar el camino se bifurca. Nosotros tomaremos el de la izquierda. Un poco antes de llegar a la primera revuelta como 200 m antes vamos a tomar un atajo que es un antiguo camino de herradura que se hizo en su día, (años 30 y 40 del siglo pasado), para poder subir con las caballerías a plantar los pinos que nos circundan. Si no damos con él no pasa nada, tenemos la segunda oportunidad al pasar la revuelta. Eso sí ahora ya hay que encontrarlo porque nos ahorra bastante del recorrido total. Basta con observar los márgenes del camino y se intuye perfectamente el cajeado del sendero aunque para subir a él al salir de la pista haya que trepar un poco. Ya en el sendero alcanzamos de forma cómoda y rápida en suave pendiente de nuevo la pista pero mucho más arriba junto al arroyo de los robles.
Andamos por la pista hacia la izquierda unos 50 m y enseguida veremos como continúa el sendero por la derecha hacia arriba. A medida que se va empinando la cuesta, el sendero va dando revueltas, (en total unas 14 o 15 revueltas) ganando altura con rapidez* hasta un llano donde se bifurca. Tomamos la senda de la izquierda que nos conduce en unos 100 m a una explanada y un gran berrocal. Hemos llegado al mirador. Sólo tenemos que encontrar nuestra atalaya preferida entre las tres que encontraremos bajando por el prado y disfrutar de las vistas. Para regresar desandamos todo el recorrido hasta Villavieja.
*El sendero se encuentra muy deteriorado entre las revueltas 8ª y 10ª: encontraremos algunos pinos cortados sobre el sendero y tendremos que sortearlos. El peor punto coincide con un manantial que circula sobre el sendero y con bastante maleza, lo que nos obliga a sortearlo durante unos 30 m por la parte de arriba según se sube. Si seguimos la intuición y con un poco de lógica, volveremos a encontrarnos con el sendero. Las vacas se han encargado de hacer un pequeño rastro para sortear el manantial y nos servirá de ayuda también. También tendremos que atravesar una alambrada un poco más arriba del manantial. En un futuro próximo se pretende recuperar las fuentes y señalizar las rutas.