Comenzamos en la plaza Mayor y tomando la calle Real o “la M-30” como se la conoce en el pueblo, bajamos la cuesta para enfilar la carretera que va a Buitrago, siempre caminando por la izquierda y con precaución por el tráfico rodado. A pocos metros y ya fuera del pueblo llegamos a “La Revuelta” donde encontramos una pista a la derecha que va, primero al cementerio y después a la finca de Riosequillo como indica el cartel.
El resto de la ruta es fácil de seguir. Al final de la inmensa explanada después del cementerio encontramos un zarzo que dejaremos siempre cerrado por el tema del ganado y tomaremos el camino de la izquierda. Al poco tiempo ya se divisa el campanario de La Trinidad y algo después la entrada a la explotación de ganadería extensiva: Finca de Riosequillo.
El camino comienza a bajar hacia el Arroyo de los Robles que nace en la sierra de Villavieja, (en un paraje denominado El Gencianal junto a la cima de Lomo Gordo a más de 2.000 m de altitud) y que muere un poco más abajo en el embalse de Puentes Viejas (Río Lozoya) junto a la Villa de Buitrago.
Al cruzar el arroyo estaremos sobre el Puente de Cal y Canto, recientemente restaurado aunque se construyó en tiempos del rey Felipe II.
Después de relajarnos en las orillas del arroyo volveremos por donde hemos venido hasta Villavieja para terminar la ruta.