Comenzamos en la plaza Mayor y tomando la calle del Pez vamos en dirección a la carretera de San Mamés. Ya en la carretera y pasando la última casa que queda a la derecha (antigua casa del médico) enseguida aparece la Cañada o camino de Gallegos. La tomamos a la derecha y en suave ascenso pasamos por el Barrio de Los Llanos (Calle de los Gallegos) y llegamos al puente del ferrocarril.
Tras girar la pista a 90 º en unos 200 m pasamos una reja canadiense (vigas de hierro transversales a la pista con un foso debajo para evitar que el ganado atraviese por ahí) y enseguida tomamos otro camino a la derecha que desciende al Arroyo de los Robles que hay que vadear. En primavera con el deshielo puede resultar complicado. Observamos a la izquierda antes de cruzarlo restos de construcciones junto al río como de un antiguo molino. En realidad se trataba de una fragua que se movía con la energía hidráulica y se construyó allá por los años 30 del siglo pasado con motivo de las obras del ferrocarril Madrid-Burgos que observamos sobre el inmenso terraplén que nos acecha. En esa fragua, los obreros afilaban las herramientas con las que se construía el túnel de las proximidades.
En la otra orilla observamos que sigue el camino que da una revuelta a la derecha y se eleva hasta el nivel de la vía para pasar después por encima del túnel y salir a la Cañada de La Solana. La reconoceremos porque está entre dos tapias de piedra muy separadas y pasa otro camino en el medio que tomaremos a la izquierda.
Ya estamos en el paraje conocido como Corrales de Navamojada, antiguas ruinas de pastores de aspecto misterioso. En unos 200 m tendremos que abandonar la Cañada de La Solana por un camino a la derecha que sigue los postes de la luz por encima del túnel. Al llegar a un bosquete de robles asciende a la izquierda entre tapias de piedra y dejando un pequeño pinar a la derecha. Llegaremos a un alto donde divisamos la Estación del ferrocarril de Gascones-Buitrago a la derecha y de frente seguimos por el sendero que baja a coger la pista que nos llevará entre pinares directamente al fondo del valle (Arroyo de Buitraguillo).
Junto al puente se encuentra la casa forestal de La Tejera. El regreso lo podemos hacer directamente al pueblo por la Cañada de La Solana en suave descenso. Cruzaremos el Arroyo de Los Robles ya casi llegando al pueblo al pie del cerro de San Martín por un puente de hormigón. En el prado que dejamos a la derecha se hace la romería todos los años de la Virgen de Agosto. La subida en su tramo final se hace por una cómoda pista de hormigón.